QUIEN SOY

Quién soy...?  No lo sé en realidad.
Quién fuí...? Entre la rosa y espinas viví
Herida... pero jamás me arrepentí
Llamo al pasado, pasado, y al futuro serenidad

Mi primer recuerdo... mi hermana enferma y yo tratando de no molestar.
Después,¡ la casa tan hermosa y con tanto jardín..!
Mi primera comunión, la fiesta con todas las amigas, Silvia bailando de alambrista en una raya en el piso. Y luego "suban a su cuarto"  y la fiesta siguió.
 Uno de mis más bonitos recuerdos.
San Ignacio y las vacaciones, precioso, lloviendo casi siempre y el ruido del agua entre las piedras, mientras yo seguía recostada, las voces de las clientas " María, Juan, quiero café, pan, manteca "de todo había, como tienda de pueblo que era. 
En Mazatlán 
El mar por las mañanas, tempranito y mi papá enseñándonos a brincar las olas y a nadar, Sonia  nadaba en lo profundo pues su mamá era campeona de natación.
 Mi pelo chino, alborotado me encantaba, era muy inquieta y todo quería hacer, patinar andar en bicicleta, bailar ballet...Silvia me prestaba sus zapatillas de puntas y según yo bailaba, de milagro no me rompí un hueso.
En el festival del colegio escogieron a las que sabían patinar, y yo no pude salir...¿ cómo les decía a mis papás que yo patinaba? no lo permitían !!!  Me pesó mucho.
En una ocasión me escogieron para desfilar con la escolta a la bandera, yo estaba muy orgullosa, y temprano pasé para ver las fotos, y en todas salía tapada por la bandera, el aire del malecón la movía y lo único que se veía de mí eran las piernas flacas.

Las Castro y las Aguilar mis mejores amigas, siempre juntas detrás de nuestros papás que eran bastante vagos. 

La carpa Olivera en el malecón, sus albercas con agua de las olas que reventaban en ellas. Hasta ahi llegabamos todas en las arañas  siguiendo a nuestros papas. Era lindo.

Las vacaciones las pasabamos en San Ignacio con mis abuelitos. Nos esperaban con un monton de ropa nueva, nos encantaba estrenar, aparte que yo escogía telas de la tienda y me hacia vestidos en la maquina de mi tia Chole, ahi hice mis pininos en la costura.
Nos ibamos el monton de amigas a la casa de la Srita Fela que tenia muchos arboles y en ellos aprendimos a colgarnos como changos. Tuve una prima que le llamábamos Chomia simpatiquísima
pero Dios la llamó muy joven, sentí muchísima tristeza cuando esto sucedió.
Ahi me enamoré por primera vez tendría yo como diez años, el se llamaba Federico y le decíamos Junior, era como de película, montaba a caballo a pelo y les ganaba a los adultos.  Me pasaba en el mostrador de la tienda y el se paraba enfrente era todo nuestro inocente coqueteo.
Nuestro cambio a vivir en Guadalajara, yo tenía once años y mi papá quiso que la secundaria la hiciéramos aquí, fue difícil acostumbrarme a los tapatíos, mi carácter siempre fue muy franco y ellos eran diferentes, un poquito mas cerrados pero poco a poco fui acostumbrándome.
Nuestros viajes a México a la casa de mi tía Carmen eran toda una diversión, todo era pasear y conocer, con los primos que eran muy alegres organizábamos tardeadas, ahí fue que aprendí a bailar en pareja.
De mi adolescencia es largo de contar, por un lado quería ingresar a un convento pero mi inquietud me lo impedía. Desde muy chica estudié piano, violín y guitarra pero no era eso lo que me llenaba, entré a estudiar baile español y no quise saber más, me encantó y llegué a ser maestra de baile completando con ballet y baile internacional, ya casada  tuve mi academia por varios años y me sentí realizada pero por atender la familia  la cerré.
A grandes rasgos ésta fui yo, me casé, enviudé y cuando me movía el deseo del convento, algo pasaba que lo impedía, definitivamente Dios no me necesitaba ahí, eran otros sus planes y aquí estoy agradeciéndole todo lo que me ha dado en esta vida con mucha paz.